AMARILLO #1

Cortar y lijar en el desguace más bonito del mundo  

Cooperaciones de Klingspor bajo el foco

Allá en el quinto pino, donde Cristo perdió el gorro, se encuentra el desguace que es tal vez el más bonito del mundo. Bueno, tanto como bonito... digamos, único. O inusual. Porque si, en la mayoría de los desguaces, se van oxidando lentamente coches Fiat de chapa delgada, se despiezan vehículos accidentados y algún que otro Golf que está en las últimas va esperando su aprovechamiento, en Morlock Motors en la localidad de Peterslahr en Renania-Palatinado van a tope. Con emblemáticos vehículos de la US-Army, camiones de bombero desmantelados y tanques retirados: ¡una «catástrofe»! 

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Un desguace con fanshop y visitas guiadas de pago

Un vistazo a la página web ya deja claro que aquí hay algo diferente. Un desguace con su propio aceite de oliva, mezclas de hierbas aromáticas de Grecia, emblemáticas sudaderas con capucha y la posibilidad de contratar una visita guiada. Esta última cuesta 20 euros y dura una hora. En estos momentos, no hay fechas disponibles. Pero, ¿quién está interesado en estos viejos montones de chatarra e incluso está dispuesto a pagar por verlos? Desde luego, parece que mucha gente. Tan solo en Instagram, Morlock Motors tiene más de 300 000 seguidores. Y la docuserie dedicada al desguace, «Steel Buddies», ya lleva diez años en antena con unas cuotas de pantalla impresionantes, actualmente en la 12.ª temporada. Desde noviembre, el programa sucesor «Morlock Motors – Big Deals im Westerwald» se está emitiendo semanalmente en un formato más largo en el canal Kabel Eins. 

Desde el secreto mejor guardado al desguace mítico  

Qué podemos servirle: ¿un Hummer, un Willys Jeep o un Starfighter? Lo que fue, en su momento, el secreto mejor guardado para comprar vehículos del ejército estadounidense, ya es conocido mucho más allá de las fronteras alemanas y, por televisión, en más de 20 países. En la actualidad, se encuentran en Peterslahr, una localidad de unos 300 habitantes en lo más profundo del distrito de Westerwald, un millar de vehículos retirados de la US-Army. En una abarrotada superficie de 22 000 m² están colocados estrechamente uno al lado de otro jeeps y autobuses junto a tanques y otros vehículos especiales. Sea lo que sea que esté buscando, aquí lo encontrará: ¿un Willys Jeep del año 1956? ¿Un Ford M151 MUTT del 63? ¿Un Humvee del modelo de 1985? ¿O prefiere un camión de bomberos original, un viejo autobús escolar estadounidense o un avión Starfighter? Los amantes de los vehículos inusuales de EE. UU. pueden descubrir aquí casi todo lo que puedan desear, y en estados de conservación muy variables. 

¿De dónde viene toda la chatarra?

Quien busca la fuente, aparentemente inagotable, de esta colección de chatarra única de su género, necesita cavar un poco más profundo: ya hace muchas décadas que la US-Army también está presente con vehículos en Europa y en Alemania. El ejército simplemente ha externalizado el aprovechamiento de los ejemplares desechados. Esto es bueno para Morlock Motors. Porque se hicieron con el contrato exclusivo por el desmantelamiento de los vehículos. El jefe del desguace, Michael Manousakis, creó este lugar de peregrinaje para los amantes de los vehículos militares hace más de 30 años. Desde entonces, Morlock Motors se fue convirtiendo rápidamente en lo que es en la actualidad. Porque Manousakis, al que solo se ve vestido en un mono verde oliva, no solo se ocupa del reciclaje de vehículos del ejército; también ha ido estableciendo una segunda pata de apoyo con la docuserie «Steel Buddies». Para este fin, Julie-Christie Neal recorre desde Tennessee para Morlock Motors los desguaces de todos los Estados Unidos, a la búsqueda de tesoros ocultos o preciadas piezas de recambio.

Para mí, Morlock Motors es todo un mito y una oportunidad perfecta de demostrar lo que pueden hacer nuestros productos. Aquí van con miramientos y no ocultan nada. Simplemente se ponen manos a la obra.

Dirk Köpsel
Director de Ventas y Marketing

«Solo sé gritar a toda voz o estarme quieto»

A la cabeza de todo el negocio se encuentra Michael «Katastrophe» Manousakis, un personaje tan carismático como colérico a la vez que encantador. Como fundador de Morlock Motors también inicio la exitosa colaboración con DMAX. Desde entonces, alborota, maldice y martillea en cada capítulo de la serie. Este autodidacta, piloto aficionado y amante confeso de la chatarra nació en Bonn en 1967, es famoso por sus ingeniosos comentarios y nunca le falta una respuesta aguda. Su exclamación «¡catástrofe!» se ha convertido en el lema de culto del programa y siempre la suelta cuando alguna cosa no funciona tal como le gustaría. 

Michael Manousakis es un icono

El equipo: simplemente único

En el desguace y en la docuserie, Manousakis cuenta con el apoyo de un equipo de unas 40 personas que es tan variado como inusual es su colección de vehículos. Por ejemplo, están el profesional en construcción metálica Michael «Klotzki» Kurkowski y el pintor de vehículos Günter Zschimmer, que ya tiene más de 70 años.

¿Desguazar, reacondicionar o desechar?

Si ahora se pregunta qué tiene que ver todo esto con Klingspor, solo necesita echar un vistazo entre bastidores. Porque Morlock Motors es algo más que solo un programa de televisión. De vez en cuando, también se trabaja de verdad. Tal como corresponde a los vehículos, el procedimiento suele ser bastante rústico. Se corta, se lija, se pule y se cepilla. Según su estado, los vehículos se reacondicionan de manera profesional y se venden o se dividen con fuerza bruta en componentes aprovechables. No importa si se trata de desguazar un tanque, cortar el estribo de un Chevrolet Impala o eliminar el óxido de un camión: sin las herramientas adecuadas hay poco o nada que hacer.

Una asociación auténtica y honesta

Para Klingspor, la colaboración con Morlock Motors fue desde el principio un tema muy importante. En ningún otro lugar, el trabajo bruto en un taller se pone en escena y se celebra de manera tan auténtica, atractiva e interesante de cara al público como aquí. Y en ninguna otra parte es tan importante contar con unos productos robustos, flexibles y potentes como al trabajar en el desguace, donde los discos abrasivos y de corte son llevados, día tras día, a sus límites. «Para mí, Morlock Motors es todo un mito y una oportunidad perfecta de demostrar lo que pueden hacer nuestros productos. Aquí van con miramientos y no ocultan nada. Simplemente se ponen manos a la obra», declara Dirk Köpsel, Director de Marketing y Ventas. Como socio exclusivo para productos abrasivos, Klingspor abastece a los héroes del desguace con discos de corte y de desbaste, discos abrasivos de láminas y muchos otros productos. Aquí puede ver como demuestran sus capacidades en la práctica:

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